Radioactividad o radiactividad
Se define como la capacidad que tiene un elemento de emitir o trasmitir energía. Esta transferencia puede ser de carácter electromagnético o en forma de emisión de partículas. Algunas de estas emisiones bien sean electromagnéticas o particuladas, tiene la capacidad de alterar la estabilidad de los átomos, “arrancando” electrones de su periferia, generando inestabilidad y daño molecular, lo que a su vez, afecta las células de los organismos vivos(radiaciones ionizantes ).
Para el caso de los elementos radioactivos o “nucleares”, se trata de la emisión de partículas provenientes de la desintegración de átomos inestables, con una considerable emisión de energía. Esta inestabilidad es parte de un proceso artificial, inducido por la tecnología; el uranio “enriquecido” por ejemplo. La emisión de energía y partículas, es el proceso de recuperación del estado fundamental o natural del elemento. Estos átomos artificialmente “enriquecidos” se conocen como isótopos radioactivos.
La interacción entre radiación y un organismo viviente, se conoce como Transmisión Lineal de Energía TLE. Es importante tener en cuenta que la cantidad de superficie expuesta es mas importante, en términos de daño, que la cantidad de energía radioactiva recibida. Por otra parte, a mayor especialización evolutiva del tejido vivo expuesto a la radiación, es necesaria una menor cantidad de irradiación, para provocar alteraciones o daños en los tejidos. Los sistemas humanos que presentan mayor susceptibilidad a la radiación son el tejido hematopoyético (sangre), el sistema gastrointestinal y el Sistema Nervioso.
La radiación es un fenómeno relacionado con la emisión, transmisión y absorción de energía
En el caso de la radiación electromagnética (ondas de radio, infrarojas, luz visible , ultravioleta y rayos X), tenemos que ésta se genera por el movimiento de cargas eléctricas dentro de cuerpos materiales. En sólidos y líquidos tenemos que estas cargas se mueven por agitación térmica y la radiación emitida se caracteriza por tener un espectro contínuo, siendo las frecuencias de mayor intensidad características de la temperatura a la que se encuentra el cuerpo. En gases, en cambio, la radiación electromagnética está asociada al salto de electrones entre distinos niveles de energía, generando un espectro discontínuo.
En el caso de la radiación corpuscular, tenemos emisiones de partículas subatómicas a alta velocidad, las cuales pueden provenir de la descomposición de átomos de estructura inestable (sustancias radiactivas) y de la aceleración artificial de partículas en tubos catódicos (pantallas de televisión tradicionales, etc.), aceleradores de partículas, etc.
Efecto invernadero
Las radiaciones que llegan a la superficie terrestre son reemitidas a la atmósfera en forma de radiaciones infrarrojas que son absorbidas por el vapor de agua y CO2, principalmente. Estas moléculas reenvían la radiación hacia la superficie terrestre en forma de calor, provocando el calentamiento de la Atmósfera. A esto se le ha denominado efecto invernadero.
La temperatura media de la superficie de La Tierra es de 15 ºC. Si no existiera este calentamiento, la temperatura sería de unos –18 ºC, 33 ºC menos.
De todas formas, la temperatura de La Tierra no es constante, debido al ángulo de incidencia de los rayos solares y a la inclinación del eje de giro de La Tierra. Esto genera grandes diferencias de temperatura que se equilibran gracias a movimientos circulares que ocurren en la Atmósfera y la Hidrosfera. Estos movimientos se producen desde las zonas cálidas intertropicales hasta las zonas más frías, lo que compensa la diferencia de temperatura.
Cuando la radiación es capaz de ionizar las sustancias que atraviesan, estamos frente a radiaciones ionizantes, las cuales pueden modificar la estructura química de los cuerpos traspasados y, en consecuencia, causar daño a los seres vivos expuestos a ésta. Dentro de esta categoría se encuentran las radiaciones de alta energía (alta frecuencia y pequeña longitud de onda), como la radiación ultravioleta, rayos X y radiaciones corpusculares.
Cuando la radiación no ioniza las sustancias traspasadas, hablamos de radiación no-ionizante, las cuales son muchísimo más seguras para los seres vivos. En esta categoría tenemos la luz visible, radiación infraroja y ondas de radio, televisión y telefonía. Una de las características de la radiación es que ésta, tal como podemos observar en el caso de la luz visible, se propaga en línea recta y desaparece al eliminar la fuente. Asimismo, requiere de un medio vacío o al menos medianamente transparente para transmitirse, teniendo dificultad para traspasar cuerpos sólidos. Por otra parte, tenemos que la intensidad alcanzada por la radiación depende de la distancia a la fuente; así, en un medio vacío, la intensidad es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, todo lo cual hace que la contaminación asociada a una fuente de radiación de alta energía tienda a ser de carácter local y bastante controlable.
Sin embargo, cuando se diseminan sustancias radiactivas, como puede ocurrir en un accidente nuclear o al hacer explotar una bomba atómica, pasamos a tener fuentes de radiación diseminadas y fuera de control, generando una contaminación difícil de controlar.
Radiaciones de teléfonos móviles provocan cambios celularesLa exposición a las radiaciones de los teléfonos móviles por debajo de los límites que se consideran inocuos provoca modificaciones celulares y en el ADN, aunque no son nocivas, según los resultados del Proyecto Reflex, desarrollado por 12 equipos de 7 países, entre ellos España, durante cuatro años.
La directora del equipo español, Angeles Trillo, explicó en declaraciones a Efe que un estudio de la trascendencia de éste, que, a pesar de los resultados, "está en pañales", no tendrá continuación porque su financiador, la Comisión Europea, así lo ha decidido. "No está claro el por qué. La Unión Europea establece sus prioridades pero hay muchos factores implicados y cómo no pensar que hay presiones para que estos estudios no sigan porque pueden crear una alarma social muy grande" subrayó.
A juicio de Trillo, lo que es incontestable es que los teléfonos móviles "se utilizan mucho" y que "tienen efectos biológicos a nivel celular y molecular y hay que seguir estudiándolo".
El investigador Alejandro Ubeda, miembro del equipo español, explicó a Efe que el estudio determina que existen cambios en las células pero que desconocen cuál es el mecanismo que pone en marcha el proceso e insistió en que, por el momento, tampoco podrán averiguarlo porque "no hay fondos para hacerlo".
"Lo que me parece raro -resaltó- es que después de encontrar esos resultados, que aunque no son de nocividad demuestran que hay un efecto por debajo de los límites que se consideran tolerables, es que no se profundice en ellos, que se cierre la carpeta y no se financie su continuación".
La respuesta celular, subrayó, se produce no sólo por el calor generado por las microondas, algo ya sabido, "sino por algo más y el mecanismo que lo genera es desconocido".
Los participantes en el Proyecto Reflex, financiado por la UE y cuyos resultados acaban de ser enviados a la Comisión Europea, han estudiado desde febrero de 2000 hasta mayo de este año los efectos de los campos electromagnéticos de ambientes urbanos industrializados sobre las células utilizando para ello material de laboratorio. Han analizado dos tipos de campos: las bajas frecuencias, es decir iguales o inferiores a 50
herzios, que son las que emiten los ordenadores o las líneas de alta tensión; y las altas, iguales o por debajo de 1 gigaherzio, que son las microondas de la telefonía móvil, tanto de las antenas repetidoras como de los aparatos.
"Si el móvil sólo recibiese no habría problema, el problema es que emite y nuestra cabeza está en medio", resumió Ubeda, experto en biofísica y miembro del servicio de Bioelectromagnetismo del hospital madrileño Ramón y Cajal.
El Proyecto Reflex sólo ha estudiado los niveles iguales o menores que se consideran seguros para el público en general, no por encima, y si en esos límites biofísicos había respuesta celular, de forma que cada grupo de trabajo se ha encargado de una parte y al español, compuesto por siete personas, le ha correspondido el análisis de la membrana de células madre neurales procedentes de ratas de 16 días.
Los doce grupos participantes han analizado células madre procedentes de ratones, cancerosas cultivadas en laboratorio y sanguíneas de voluntarios humanos. "Ahí la respuesta -dijo Ubeda- ha sido distinta según la edad de los donantes: cuanto más viejo era el sujeto había más modificación celular".
La investigación, añadió, "está madura" para seguir experimentando con sistemas celulares en laboratorios pero no para pasar a humanos y animales.
En sus conclusiones, el Proyecto Reflex, que ha contado con 3,1 millones de euros de financiación -364.000 euros para el grupo español- recomienda que no se abuse del móvil, especialmente, entre los jóvenes.
Ubeda, que sí tiene y usa teléfono móvil, sigue "unas pautas personales" que pueden resumirse en que sólo se pone el teléfonooreja cuando ya ha establecido conexión con su interlocutor, evitando así "el pico máximo" de ondas; evita hablar donde hay poca cobertura, porque es ahí donde la señal tiene más intensidad; cambia de oreja y utiliza en lo posible un adminículo de "manos libres".
La directora del equipo español, Angeles Trillo, explicó en declaraciones a Efe que un estudio de la trascendencia de éste, que, a pesar de los resultados, "está en pañales", no tendrá continuación porque su financiador, la Comisión Europea, así lo ha decidido. "No está claro el por qué. La Unión Europea establece sus prioridades pero hay muchos factores implicados y cómo no pensar que hay presiones para que estos estudios no sigan porque pueden crear una alarma social muy grande" subrayó.
A juicio de Trillo, lo que es incontestable es que los teléfonos móviles "se utilizan mucho" y que "tienen efectos biológicos a nivel celular y molecular y hay que seguir estudiándolo".
El investigador Alejandro Ubeda, miembro del equipo español, explicó a Efe que el estudio determina que existen cambios en las células pero que desconocen cuál es el mecanismo que pone en marcha el proceso e insistió en que, por el momento, tampoco podrán averiguarlo porque "no hay fondos para hacerlo".
"Lo que me parece raro -resaltó- es que después de encontrar esos resultados, que aunque no son de nocividad demuestran que hay un efecto por debajo de los límites que se consideran tolerables, es que no se profundice en ellos, que se cierre la carpeta y no se financie su continuación".
La respuesta celular, subrayó, se produce no sólo por el calor generado por las microondas, algo ya sabido, "sino por algo más y el mecanismo que lo genera es desconocido".
Los participantes en el Proyecto Reflex, financiado por la UE y cuyos resultados acaban de ser enviados a la Comisión Europea, han estudiado desde febrero de 2000 hasta mayo de este año los efectos de los campos electromagnéticos de ambientes urbanos industrializados sobre las células utilizando para ello material de laboratorio. Han analizado dos tipos de campos: las bajas frecuencias, es decir iguales o inferiores a 50
herzios, que son las que emiten los ordenadores o las líneas de alta tensión; y las altas, iguales o por debajo de 1 gigaherzio, que son las microondas de la telefonía móvil, tanto de las antenas repetidoras como de los aparatos.
"Si el móvil sólo recibiese no habría problema, el problema es que emite y nuestra cabeza está en medio", resumió Ubeda, experto en biofísica y miembro del servicio de Bioelectromagnetismo del hospital madrileño Ramón y Cajal.
El Proyecto Reflex sólo ha estudiado los niveles iguales o menores que se consideran seguros para el público en general, no por encima, y si en esos límites biofísicos había respuesta celular, de forma que cada grupo de trabajo se ha encargado de una parte y al español, compuesto por siete personas, le ha correspondido el análisis de la membrana de células madre neurales procedentes de ratas de 16 días.
Los doce grupos participantes han analizado células madre procedentes de ratones, cancerosas cultivadas en laboratorio y sanguíneas de voluntarios humanos. "Ahí la respuesta -dijo Ubeda- ha sido distinta según la edad de los donantes: cuanto más viejo era el sujeto había más modificación celular".
La investigación, añadió, "está madura" para seguir experimentando con sistemas celulares en laboratorios pero no para pasar a humanos y animales.
En sus conclusiones, el Proyecto Reflex, que ha contado con 3,1 millones de euros de financiación -364.000 euros para el grupo español- recomienda que no se abuse del móvil, especialmente, entre los jóvenes.
Ubeda, que sí tiene y usa teléfono móvil, sigue "unas pautas personales" que pueden resumirse en que sólo se pone el teléfonooreja cuando ya ha establecido conexión con su interlocutor, evitando así "el pico máximo" de ondas; evita hablar donde hay poca cobertura, porque es ahí donde la señal tiene más intensidad; cambia de oreja y utiliza en lo posible un adminículo de "manos libres".
Partículas radiactivas.
Las radiaciones emitidas por estos isótopos se clasifican de acuerdo a su poder de penetración: Se les puede considerar gráficamente hablando, como “rayos” o flujo direccional y continuo de partículas.Tenemos:
· Radiación Alfa: Son núcleos de helio, conformados por dos protones y dos neutrones. Tienen un bajo poder de penetración.
· Radiación Beta: Son electrones denominados “rápidos”. Son cien veces mas penetrantes que los alfa.
· Radiación Gamma: Son radiaciones electromagnéticas de alta frecuencia (fotones o paquetes de energía pura). Su poder de penetración es muy alto.
· La emisión de neutrones se considera también una gran fuerza radiactiva.
Todos ellos, al ser liberados (emitidos) en una explosión o liberación inicial, generan un importante aumento de la temperatura circundante, produciendo así quemaduras y otros daños a los tejidos. Si un ser vivo se encuentra en un radio o distancia corta del lugar, puede ser literalmente evaporado por el calor. Posteriormente, queda en el medio ambiente una radiación residual, denominada por algunos como en espejo, que “rebota” del piso y los elementos “impregnados” de ellas en la liberación inicial. Esta radiación es la que causa daño a los miembros de los cuerpos de socorro y la que además, contamina los alimentos y el agua.
Los efectos de la radiación se han dividido en efectos inmediatos y tardíos. Los efectos a largo plazo serán motivo de otra revisión y se relacionan con la aparición de un número mayor de casos de cáncer y leucemias. En este oportunidad, hablaremos del Síndrome de Radiación Aguda.
· Radiación Beta: Son electrones denominados “rápidos”. Son cien veces mas penetrantes que los alfa.
· Radiación Gamma: Son radiaciones electromagnéticas de alta frecuencia (fotones o paquetes de energía pura). Su poder de penetración es muy alto.
· La emisión de neutrones se considera también una gran fuerza radiactiva.
Todos ellos, al ser liberados (emitidos) en una explosión o liberación inicial, generan un importante aumento de la temperatura circundante, produciendo así quemaduras y otros daños a los tejidos. Si un ser vivo se encuentra en un radio o distancia corta del lugar, puede ser literalmente evaporado por el calor. Posteriormente, queda en el medio ambiente una radiación residual, denominada por algunos como en espejo, que “rebota” del piso y los elementos “impregnados” de ellas en la liberación inicial. Esta radiación es la que causa daño a los miembros de los cuerpos de socorro y la que además, contamina los alimentos y el agua.
Los efectos de la radiación se han dividido en efectos inmediatos y tardíos. Los efectos a largo plazo serán motivo de otra revisión y se relacionan con la aparición de un número mayor de casos de cáncer y leucemias. En este oportunidad, hablaremos del Síndrome de Radiación Aguda.